Nociones económicas de la empresa

 El patrimonio de la empresa lo contabilizamos dividiéndolo en:

ACTIVO:

Conjunto de bienes, inversiones y derechos propiedad del negocio

Activo corriente: patrimonio que pueden convertirse en dinero en menos de doce meses, que representan efectivo o que habrán de ser consumidos en corto tiempo, no permanecerá en la empresa durante un tiempo muy prolongado

Activo no corriente: permanece en la empresa más de un año. Es un activo que es complicado convertir en dinero en un plazo corto de tiempo y de forma sencilla.

PASIVO:

Son las deudas y obligaciones de la empresa

Pasivo no corriente, exigible a largo plazo

Pasivo corriente, que es exigible a corto plazo

Sabiendo estos conceptos, podemos definir así el patrimonio neto:

Patrimonio neto: patrimonio de la empresa que no tiene que devolver, forma parte de los recursos propios

De esta forma, definimos varias situaciones dentro de la empresa:

- Situación ideal: en esta situación el activo total es igual a los recursos propios

- Normalmente la situación es: el activo corriente es mayor al pasivo corriente, es decir, hay un exceso de activo corriente, denominado fondo de maniobra. Este fondo de maniobra debe estar en un punto intermedio: debe haber el suficiente como para poder solventar posibles imrevistos, pero no demasiado, puesto que no conviene tener dinero parado en una empresa

- Situación problemática o insolvencia, la insolvencia puede ser:

  • De carácter provisional: en esta situación no hay liquidez. El activo corriente es mayor que el pasivo corriente
  • De carácter definitivo: la empresa ha intentado solventar los problemas de liquidez, aun así el activo total supera al pasivo circulante, es decir, el activo total de la empresa supera a la cantidad que la empresa tiene que pagar

En el balance se observa el valor económico del patrimonio de la empresa.

Para tener la idea del estado económico de una empresa de forma rápida se utilizan unos ratios,  y se utilizan unos parámetros para interpretar los resultados.

Para nuestra empresa debemos conocer las fuentes de financiación para elegir la más oportuna para la empresa.

Las fuentes de financiación tradicionales son:

Fuentes  de financiación propia: nos dan más autonomía. Son: el capital social, las reservas y la venta de activos

Fuentes de financiación ajena: suelen tener un coste. Como: las obligaciones o pagarés, los bancos



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